Para cerrar el blog, me gustaría terminar agradeciendo al profesorado del
Máster las clases impartidas y, más especialmente, a los dos profesores de
Pedagogía. La asignatura has sido corta, pero intensa e interesante. La
Pedagogía es una ciencia extraordinariamente amplia, con muy diversas
perspectivas y ámbitos de aplicación. Pero el reducido tiempo asignado a la
asignatura nos ha obligado a sintetizar y a concentrarnos en lo más importante
y práctico de cara a nuestro futuro laboral.
De vital importancia son las directrices proporcionadas para trabajar en la
integración de la diversidad. Hemos dedicado algunas horas a los principales
casos de necesidades especiales (espectro autista, síndrome de Down, parálisis
cerebral, etc.) así como al comportamiento disruptivo. Esta puede considerarse
la parte más humana o social de la asignatura. Paralelamente hemos atendido a
los asuntos más prácticos que nos atañen como docentes. Hemos aprendido
programación (especialmente unidades didácticas) y legislación relativa al
sistema educativo nacional y regional. Además, la aplicación de las nuevas
tecnologías ha resultado ser -al menos desde mi punto de vista- uno de los
temas estrella de la asignatura. El uso de tecnología interactiva que renueve
la metodología tradicional es un poderoso motivador para nosotros, como lo será
también para los alumnos.
Todo ello ha venido acompañado de casos concretos y anécdotas (algunas muy
amenas y divertidas) particulares que los profesores han vivido o conocido de
cerca. En conclusión, estas escasas semanas han sido de gran provecho, pero
sobre todo han sido realistas y útiles. La teoría la conoce todo el mundo, pero
es mediante la práctica y el conocimiento cercano de la realidad como se forja
un profesor.